ABRAZO PATERNAL


Estimados/as amigos/as:

Estimados/as amigos/as, quiero en este día mencionarles que están en mis oraciones y mi pedido principal es que el Señor acerque vuestro corazón al de él y que su cuidado sea vosotros día con día. Para mi han sido días complicadisimos y de muchos encuentros, sin embargo, bajo ninguna circunstancia dejé de sentir el abrazo del Padre, sentí con mucha calidez su consuelo a este corazón quebrantado, Él me ha sostenido durante este tiempo, le doy gracias por eso. Por ello, quiero reafirmar mi compromiso con ustedes, es decir, si necesitan mi ayuda no duden en decírmelo, en el momento que consideren necesario, estaré aquí para lo que necesiten, si está dentro de mis posibilidades claro. Como les decía este tiempo experimente de manera muy paternal el amor de Dios, eso me movió de manera increíble, me bendijo con muchas cosas (buenas y malas experiencias), me ayudó a ser más fuerte (recordé una frase muy querida “Tengo la cabeza bajo el agua pero sigo respirando”), a darme cuenta que tengo la necesidad de hablar de él con mayor fuerza, expresión, servicio y amor; por eso decidí escribir.

Ahora quiero compartir mi devocional con ustedes
El texto en el que reflexione esta mañana se encuentra en Hebreos 2:14-18.

Hebreos 2:14-18 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Este pasaje bíblico nos recuerda que Jesús, vino a este mundo a morir por amor a nosotros, ya que el mundo se encontraba bajo el imperio del maligno (el diablo), y así en su infinita misericordia y en perfecta armonía con el Padre vino a librarnos de la muerte, ofreciéndonos vida eterna. Ya no nos encontramos más bajo la esclavitud de satanás, ahora nos encontramos bajo el amparo de Dios.

Hay una parte en la que se señala que Dios no socorrió a los ángeles sino a la descendencia de Abraham, es decir, a la humanidad. Esta porción bíblica hace que mi corazón se duela, porque aun siendo el hombre tan infiel el Padre nos toma por encima de los ángeles, su palabra dice que nosotros tenemos el privilegio y potestad de ser llamados hijos suyos, eso es genial!.

También el texto, me recuerda que Jesús vino a este mundo experimentando las mismas sensaciones, los mismos cambios físicos, las mismas necesidades que nosotros, y por ello el comprende cada uno de nuestros sentimientos, cada una de nuestras acciones, es increíble, porque podemos afirmar que Dios nos conoce a plenitud y Jesús puede actuar con autoridad, sobre nosotros. El texto dice que él también fue tentado, y comprende lo que significa, por eso vino a socorrer a los que son tentados.

Así, podemos ver que Él fue empático con nosotros y nosotros debemos de serlo con los demás, entendiendo que empatía es la capacidad de entender y ser partícipes de los sentimientos del otro. Por ello debemos de recordar que Cristo es el Señor, quien se hizo como nosotros y nos llama a acompañar a los demás como si estuviéramos “juntamente con ellos” durante su tiempo de necesidad. Esto me hace reflexionar y me confronta, yo siempre suelo decir “mi corazón está contigo” y entiendo que no solo mi corazón debería de estar con las personas (amigos y no amigos) si no que mi presencia, mi tiempo, mi trabajo, mi servicio y toda yo debería de estar con todos ellos, ser bálsamo a su alma, su panacea en tiempo oportuno. Darme cuenta de eso, causa dolor en mi corazón, sin embargo, mi compromiso con Dios, es a entregarme por completo a su obra y mirar como miraría ÉL, a vivir bajo su palabra.

¡Y hoy como otros días me detengo para dar gracias y glorificar el nombre de Dios! Él ha hecho mucho por nosotros/as, no sólo envió a su único hijo a tomar nuestro lugar, si no que nos llevó hacia Él y cuando ve que nos alejamos se duele y busca maneras de acercarse a nosotros, aún con la imperfección de nuestro corazón, el mismo que día a día será perfeccionado de acuerdo a su voluntad.

¡Que tengan un día grandioso y de mucha bendición, los abrazo desde aquí!

Saludos;

                                                                   Marlens Mayumi Lliuyacc Llancari

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