UN ESPEJO ESPIRITUAL
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,
éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo
era.Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad,
y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace.
Santiago 1:23-25
La palabra de Dios es como un
espejo espiritual. La leo y me veo a mí y me digo ¿Qué puedo hacer con este
rostro? Santiago dice que, ya que la palabra de Dios es como un espejo, pobre
del hombre que al apartarse del espejo se olvide de la clase de hombre que es.
¿No sería algo terrible que nos miráramos en el espejo cada mañana y dijéramos?
No me veo bien, pero gracias por el reflejo. Hasta luego, ¡que necesito
continuar con mis labores!
El espejo es para ayudarnos a
vernos realmente como somos y a identificar a ese hombre natural que le duele
que le quemen sus sueños y planes malvados, que le refrenen la lengua y sobre
todo el protagonismo. Todo esto da comienzo a abrir lentamente la puerta de
nuestra vida a nuestros deseos carnales y egoístas, comenzando a deshacer todo
el trabajo que estaba realizando el espíritu santo en nuestra vida, solemos ser
tercos ante las advertencias e indiferentes.
No hay duda que los planes de
nuestro adversario y de su poder destructivo están entrando en nuestra vida,
hasta llegar al extremo de ver las cosas de Dios como una locura.
No dejes de verte en el espejo
cada día, y deja que Dios pula mi vida y la tuya, te animo a que escudriñemos
su palabra y oremos a nuestro Padre, porque sólo sometiéndose a él no nos
dejaremos influenciar por el mal.
ARNOLD PAUL VENTURA ROSARIO
Amén
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